18.3.09

A menudo me asaltan las dudas,
dudo de todo lo que hago,
dudo de lo que digo y de lo que no digo,
dudo de todo aquello que siento,
de mis emociones y también de mis percepciones,
cuestiono cada una de las palabras afloran de mi boca y de mis manos,
cuestiono cada paso y de cada segundo que transcurre entre uno y el siguiente,
desconfío de las apariencias por las que me guío
y titubeo ante cada grano de arena que aparece en mi camino.
Dudo, cuestiono, desconfío, titubeo e inclino la cabeza.


Es curioso, debo de andar en círculos, pues nunca llego a destino alguno, es más, desconozco la meta que sigo y persigo.